Cuando un peque que lleva tanto tiempo con nosotros se va de alta, nos invaden muchos sentimientos encontrados...
La alegría de saber que ya es lo suficiente fuerte para continuar su camino en casa.
El orgullo de ver cómo después de todo lo que les has enseñado, sus padres son capaces de manejar sus dispositivos y medicación como nadie.
La penita de no volver a verles todos los días, aunque sabes que es lo mejor para ellos.
Gracias a @maariaanf por haber sido una mamá extraordinaria, por su constancia cada día con la lactancia materna, su paciencia con los malos momentos, sus mimos que tanto han curado a su peque y su valentía con cada reto que ha tenido que afrontar.
Vas a seguir haciéndolo genial, no me cabe duda.
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